martes, 16 de diciembre de 2008

Dificultades


El lunes conseguí llegar a mi trabajo con una hora de retraso. Todo estaba imposible, el hielo en el coche y en la calle, la carretera como si fuera domingo por la tarde. Estaba enfadada, con el tiempo, conmigo, con el de al lado (jajaja) y me encontré con una persona ciega que iba haciendo transbordo en una estación de metro. Andaba en el sentido contrario de un montón de gente vertiginosa, que casi le atropellaba. Él, con pasos pequeños iba avanzando, poco a poco, pero conseguía caminar entre la multitud. Recordé que le había visto alguna otra mañana. Para él todos los días eran días complicados, todos los días tenían nuevas trabas y obstáculos y los aceptaba, continuaba adelante. Y yo por un simple día que se me había complicado estaba de un humor de perros! No son pocas las personas discapacitadas que me he encontrado moviéndose por esta gran ciudad. No tienen una mala cara, porque saben de antemano cuando se levantan, que van a tener dificultades. A partir de ahora tengo que se más consciente de lo que es tener de verdad un escollo que salvar.

1 comentario:

Rafael dijo...

En una reciente entrevista el filósofo alemán Peter Solterdijk decía que la sociedad actual si por algo se caracteriza es por la capacidad de autocrearse problemas, o lo que es lo mismo, de ahogarnos en un vaso. De todos modos, yo estuve viviendo en Madrid durante tres años y es una ciudad preciosa pero como toda gran ciudad tremendamente ansiógena.