jueves, 29 de enero de 2009

Je ne cherche pas, je trouve!



Esta semana me ha tocado estar en Málaga para una reunión de trabajo con una delegación belga, por lo que las visitas turísticas también las tenía incluídas en la jornada laboral, es decir, 15 horas al día!:)

Visitamos el Museo de la Fundación de la Casa Natal de Picasso y me encontré esta frase: Je ne cherche, je trouve. Y por suerte para todos en su vida no hizo otra cosa que encontrar.

Me puse a pensar en las cosas que me han salido al encuentro en la vida y realmente han sido muchísimo mejores que las que he ido buscando: las puestas de sol en la playa de Liencres; mi hija (el bebé que fue, y la mujer que será); los lametones de mi perra adoptada ya de adulta, porque sus dueños no podían hacerse cargo de ella; la gran historia de amor que viví y que nació a orillas de un lago en Austria; las bajadas en trineo por la noche, el sol en la cara después de un día de lluvia, la llamada inesperada del amigo de hace años, y tantas y tantas cosas...

domingo, 25 de enero de 2009

La boda de mi amigo

El viernes estuve en la boda de un amigo. Es un amigo de la pandilla de mi ex, que cuando nos separamos, me tocaron en el reparto.Él siempre ha sido un ejemplo para todos nosotros, porque a pesar de la gravísima enfermedad que tiene desde hace más de veinte años, esclerosis múltiple, no ha dejado de vivir. La silla de ruedas no le ha impedido nada y sobre todo no le ha torcido el gesto, y ahora: la gran sorpresa, se ha casado! Se ha casado por primera vez cuando todos los demás andamos descreidos, desparejándonos o en segunda/tercera vuelta. De nuevo nos enseña que hay que creer en la vida, en el futuro ¡Te quiero, Gerardo, y muchísima suerte!


jueves, 22 de enero de 2009

Happyday?

Hoy ha sido un día un poco duro, y además ha estado lloviendo en Madrid y todo el mundo iba con su paraguas, grandes, enormes,... para cuándo el carné para llevar paraguas? En fín, buenas noches y mañana será otro día... tal vez mejor?



lunes, 19 de enero de 2009

Tengo un sueño

"Yo tengo un sueño que un día esta nación se elevará y vivirá el verdadero significado de su credo, creemos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales.

Yo tengo un sueño que un día en las coloradas colinas de Georgia los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la hermandad.

Yo tengo un sueño que un día incluso el estado de Mississippi, un estado desierto, sofocado por el calor de la injusticia y la opresión, será transformado en un oasis de libertad y justicia.

Yo tengo un sueño que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter.

¡Yo tengo un sueño hoy!

Yo tengo un sueño que un día, allá en Alabama, con sus racistas despiadados, con un gobernador cuyos labios gotean con las palabras de la interposición y la anulación; un día allí mismo en Alabama pequeños niños negros y pequeñas niñas negras serán capaces de unir sus manos con pequeños niños blancos y niñas blancas como hermanos y hermanas.

¡Yo tengo un sueño hoy!

Yo tengo un sueño que un día cada valle será exaltado, cada colina y montaña será bajada, los sitios escarpados serán aplanados y los sitios sinuosos serán enderezados, y que la gloria del Señor será revelada, y toda la carne la verá al unísono.

Esta es nuestra esperanza. Esta es la fe con la que regresaré al sur. Con esta fe seremos capaces de esculpir de la montaña de la desesperación una piedra de esperanza.

Con esta fe seremos capaces de transformar las discordancias de nuestra nación en una hermosa sinfonía de hermandad. Con esta fe seremos capaces de trabajar juntos, de rezar juntos, de luchar juntos, de ir a prisión juntos, de luchar por nuestra libertad juntos, con la certeza de que un día seremos libres.

Este será el día, este será el día en que todos los niños de Dios serán capaces de cantar con un nuevo significado: "Mi país, dulce tierra de libertad, sobre ti canto. Tierra donde mis padres murieron, tierra del orgullo del peregrino, desde cada ladera, dejen resonar la libertad". Y si Estados Unidos va a convertirse en una gran nación, esto debe convertirse en realidad.

Entonces dejen resonar la libertad desde las prodigiosas cumbres de Nueva Hampshire. Dejen resonar la libertad desde las grandes montañas de Nueva York. Dejen resonar la libertad desde los Alleghenies de Pennsylvania! Dejen resonar la libertad desde los picos nevados de Colorado. Dejen resonar la libertad desde los curvados picos de California. Dejen resonar la libertad desde las montañas de piedra de Georgia. Dejen resonar la libertad de la montaña Lookout de Tennessee. Dejen resonar la libertad desde cada colina y cada topera de Mississippi, desde cada ladera, dejen resonar la libertad!

Y cuando esto ocurra, cuando dejemos resonar la libertad, cuando la dejemos resonar desde cada pueblo y cada caserío, desde cada estado y cada ciudad, seremos capaces de apresurar la llegada de ese día cuando todos los hijos de Dios, hombres negros y hombres blancos, judíos y gentiles, protestantes y católicos, serán capaces de unir sus manos y cantar las palabras de un viejo spiritual negro: "¡Por fin somos libres! ¡Por fin somos libres! Gracias a Dios todopoderoso, ¡por fin somos libres!"


MARTIN LUTHER KING

Parece ser que el día ha llegado y que el sueño se hara realidad mañana. Pero, conseguirá Obama cumplir todas las expectativas puestas en él?

viernes, 16 de enero de 2009

... pues... enhorabuena!

AFP - 16-01-2009

Así quedó el coche de Carlos Sainz tras el accidente que le dejó fuera del Dakar.

Ayer le escuché en una entrevista en la radio y estaba pletórico, feliz. ¿Por qué? Sencillamente porque aunque para nosotros se había quedado fuera del Rally Dakar, a dos días del final de la carrera y mientras encabezaba la lista de clasificación, se había despeñado por un río seco de unos cinco metros y a punto estuvo de ser aplastado por el resto de los coches!

Cuando nosotros vemos un lado de la historia... siempre hay otra cara, que la hace muy, muy diferente.

martes, 13 de enero de 2009

Ni una palabra, ni un sólo recuerdo...

"Ni una palabra, ni un sólo recuerdo, ni una señal de dolor por los cientos de muertos: mujeres, niños, ancianos y militantes de Hamás, también ellos son seres humanos. Hogares, edificios enteros, ministerios, escuelas, farmacias, comisarías de policía, hospitales hechos pedazos. ¿A dónde ha ido a parar vuestra compasión? ¿Cómo podeís seguir callados o disculpar siquiera la permanente política de agresión israelí?
Los habitantes de Gaza y de los Territorios Ocupados (West Bank) –todos palestinos– están pagando el precio del terrible fracaso de la comunidad internacional, incapaz de obligar a Israel a respetar la ley internacional y a poner fin a su sangriento colonialismo. Es cierto que Hamás, con sus cohetes, constituye también una amenaza para los colonos israelíes y para la población civil que debería ser condenada. ¡Basta ya con la impunidad de Israel y el continuo chantaje de sus líderes!
Desde 1967, Israel ocupa militarmente los territorios palestinos. Una ocupación brutal: el robo descarado de la tierra, la demolición de casas, los checkpoints donde los palestinos son continuamente humillados y hostigados; las colonias que no dejan de construirse de forma ilegal y que se apropian no sólo de la tierra, sino de todos los recursos acuíferos, destruyendo las cosechas; y miles de prisioneros políticos que ni siquiera tienen el derecho a recibir visitas de su familia.
Vosotros, líderes políticos: ¿acaso no habéis visto alguna vez la desesperación en los ojos de un campesino palestino que, desesperado, se abraza al tronco de su olivo mientras los bulldozers intentan desarraigarlo, mientras los soldados le golpean con sus rifles para obligarle a soltarlo? ¿O a una mujer dando a luz detrás de una roca mientras su marido corta el cordón umbilical con una piedra porque los soldados israelíes, simplemente, no le dejan cruzar el checkpoint para ir al hospital? ¿Habéis visto a Um Kamel, desalojada de su casa, construida con el sacrificio de toda una vida, porque los fanáticos judíos –no las víctimas del Holocausto, sino los de Brooklyn–, piensan que esa tierra les pertenece por mandato divino y que, por lo tanto, tienen derecho a ocuparla para construir otra colonia judía en el corazón de la ciudad vieja de Jerusalén?
¿No habéis visto, quizá, a los niños de los pueblos de los alrededores de Tuwani, al sur de Hebrón, que para ir a la escuela se ven obligados a caminar durante más de una hora y media porque los judíos han construido una colonia en el medio de la carretera que une las dos ciudades y si les ven pasar por allí son atacados con piedras y otros objetos? ¿O a los pastores de Tuwani, que ven las aguas de sus pozos envenenadas por los fanáticos y no pueden dar de beber a su ganado? ¿O la ciudad de Hebrón, reducida a la nada porque 400 colonos judíos han ocupado la ciudad vieja que, a su vez, se ha visto rodeada por miles de soldados que han expulsado de sus casas a sus propietarios palestinos obligándoles a cerrar más de 840 comercios?
¿No habéis visto, acaso, el muro que atraviesa calles y barrios; que roba tierras de cultivo; que separa a las familias palestinas; que se apropia de la tierra fértil y de los acuíferos en beneficio de Israel? ¿No habéis visto a los pacientes de cáncer esperando en el paso de Eretz el permiso para poder recibir tratamiento en los hospitales y siendo detenidos y obligados a regresar por “razones de seguridad”?
En los últimos 19 meses, 283 personas han muerto por falta del cuidado médico que deberían haber recibido en algún lugar del extranjero porque no les permitieron cruzar a pesar de recibir garantía por parte de los médicos israelíes, pertenecientes a un grupo de defensores de los Derechos Humanos.
¿Habéis sentido el frío de las noches de Gaza, un frío que atraviesa los huesos porque no hay ni luz, ni combustible?¿O acaso sabéis de los bebés prematuros nacidos en el hospital de Shifa, cuyos pequeños cuerpos luchan por sobrevivir, pero que mueren irremediablemente cuando su incubadora se queda sin luz durante media hora?
¿No habéis visto el miedo, el terror en los ojos de los niños, sus cuerpos destrozados? Ciertamente, el miedo de los niños de Sderot no es diferente y los cohetes de Hamás también pueden matar, pero, al menos, ellos tienen un lugar donde cobijarse y, afortunadamente, nunca han tenido que ver sus edificios bombardeados, docenas de cuerpos desmembrados o aviones que lanzan bombas de fragmentación sobre sus cabezas. Una sola muerte es ya mucho, pero el “número de muertes” también suma en la cuenta del horror.Desde 2002, 20 personas han muerto debido a los cohetes, mientras que en Gaza miles y miles de casas han sido destruidas y más de 3.000 gazawis han resultado muertos, incluyendo cientos de niños que no tenían nada que ver con el lanzamiento de cohetes.
Cuando, en las manifestaciones que están teniendo lugar en toda Europa, se queman banderas israelíes, vosotros, los líderes políticos, mostráis enseguida vuestro enérgico rechazo, gritáis vuestra condena a los cuatro vientos. Estáis en vuestro derecho. Yo no quemo banderas de Israel, ni las de ningún otro país, y creo que también Israel tiene derecho a existir, pero me hubiera gustado oír también vuestros gritos de rechazo y de pena ante todas estas muertes y toda esta destrucción debida a la arrogancia y a la crueldad de un Estado que ni siquiera respeta la ley internacional. Me hubiera gustado oíros mandar a Israel que cese de disparar, que ponga fin al bloqueo de Gaza, que detenga la construcción de colonias en los territorios ocupados, que acabe con la ocupación militar, que respete y ponga en practica las resoluciones de las Naciones Unidas. Porque esa y sólo esa sería una forma efectiva de acabar con su inseguridad.
Y, de paso, escuchen también a los miles de ciudadanos israelíes que se manifiestan en Tel Aviv. Escuchen lo que gritan: “No queremos ser enemigos, detengan la ocupación, detengan la masacre”.¡Dios, en qué mundo tan horrible estamos viviendo!"
Luisa Morgantini es Vicepresidenta del Parlamento Europeo

jueves, 1 de enero de 2009

¡Feliz Año!

Tengo que recordarlo el próximo año: paso completamente de volverme a ver metida en una noche como la de hoy! La familia me hace sentir/creer que es imprescindible que esté a su lado en todas las fiestas, pero en el último momento te dicen: vamos a cenar en casa de mi cuñado, qué váis a hacer vosotras? Mierda, claro que no nos vamos a acoplar en la casa de los que no son nuestra familia, por lo que al final hemos cenado solas. Espero acordarme y el año que viene me largo con mi hija con la música a otra parte. De todos modos: ¡Feliz Año! y que sea mejor que el que hemos dejado.