lunes, 1 de diciembre de 2008

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Entraba en el vagón. Desde hace bastante tiempo nunca busco un asiento, me produce mucho estrés estar preguntándome si la persona que entra es lo suficientemente mayor para cederle el sitio, si está embarazada o se quedó así, o si la forma de andar es signo de una cojera...Me fui a buscar mi lugar al lado de la puerta, y cuando estaba todavía de espaldas escucho: Hola! Qué tal? Hombre! A dónde vas? A currar. Si? Ya estás de policía? Joder, podías ser más discreto! Glub!
Desde ese momento sólo he mirado la espalda del chico, lo llevaba abrigo y todas las arrugas eran la marca de su pistola! Por cierto, tengo que preguntarle a un primo mío, policía también, si la pistola hay que llevarla siempre en la cartuchera!

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